ASEMUCH SALUDA LA CONMEMORACIÓN DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

El Día Internacional de la Mujer del 8 de marzo fue declarado por la ONU en 1975. Dos años más tarde se convirtió en el Día Internacional de la Mujer y la Paz Internacional. En Estados Unidos se celebra oficialmente tan solo desde 1994, a pesar de que es en aquel país donde se encuentran los orígenes de la conmemoración. ¿Por qué se eligió ese día?
Un 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomó la decisión de salir a las calles de Nueva York con el lema ‘Pan y rosas’ para protestar por las míseras condiciones laborales y reivindicar un recorte del horario y el fin del trabajo infantil.
Fue una de las primeras manifestaciones para luchar por sus derechos. Distintos movimientos, sucesos y movilizaciones (como la huelga de las camiseras de 1909) se sucedieron a partir de ese episodio, que sirvió de referencia para fijar la fecha del Día Internacional de la Mujer en el 8 de marzo.
El capítulo más cruento de la lucha por los derechos de la mujer se produjo, sin embargo, el 25 de marzo de 1911, cuando se incendió la fábrica de camisas Triangle Shirtwaist de Nueva York. Un total de 123 mujeres y 23 hombres murieron. La mayoría eran jóvenes inmigrantes de entre 14 y 23 años.
Fue el desastre industrial más mortífero de la historia de la ciudad y supuso la introducción de nuevas normas de seguridad y salud laboral en EEUU. Según el informe de los bomberos, una colilla mal apagada tirada en un cubo de restos de tela que no se había vaciado en dos meses fue el origen del incendio. Las trabajadoras y sus compañeros no pudieron escapar porque los responsables de la fábrica habían cerrado todas las puertas de escaleras y de las salidas, una práctica habitual entonces para evitar robos.
En Europa, fue en 1910 cuando durante la 2ª Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague (Dinamarca) con la asistencia de más de 100 mujeres procedentes de 17 países, se decidió proclamar el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.
Detrás de esta iniciativa estaban defensoras de los derechos de las mujeres como Clara Zetkin y Rosa Luxemburgo. No fijaron una fecha concreta, pero sí el mes: marzo.
Como consecuencia de esa cumbre de Copenhague, el mes de marzo de 1911 se celebró por primera vez el Día de la Mujer en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza. Se organizaron mítines en los que las mujeres reclamaron el derecho a votar, a ocupar cargos públicos, a trabajar, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.
Coincidiendo con la primera guerra mundial, la fecha se aprovechó en toda Europa para protestar por las consecuencias de la guerra.
En el siglo XIX, la mujer chilena tenía confinada su vida al espacio privado del hogar, restringiéndose así su futuro a convertirse en una amante esposa y abnegada madre. Las posibilidades de acceder a una educación profesional se encontraban limitadas por una ley, la cual no permitía el acceso de la mujer a la universidad al no poder rendir las pruebas de bachillerato. Modificada esta ley en 1877, la mujer pudo tener acceso a la universidad, como señaló en su oportunidad Eloísa Díaz, mujer pionera en esta causa, en 1886: «La ley se dictó en Chile, reconociendo a la mujer un derecho que naturalmente posee: instruirse para instruir a sus hijos. Se declaró que la mujer podía ser admitida a la prueba de opción de grados. Una barrera estaba franqueada, quedaba aún otra que salvar que no era menos penosa, menester era obtener el pase de la sociedad, para que la niña pudiera salir del hogar y llegar, sino con satisfacción manifiesta suya, al menos sin su reprobación, al santuario de la letras y de las ciencias para volar a él sin que se le mirase a su vuelta con recelo y de reojo».

Eloísa Díaz fue la primera mujer chilena en graduarse de bachiller en Filosofía y Humanidades, en la Universidad de Chile, para titularse de médico en 1887. Así abrió un camino para que otras chilenas pudieran soñar con la universidad y acceder a la cultura y a una profesión. En las primeras décadas de siglo XX, sobresalió Amanda Labarca como educadora y feminista, siendo reconocida como una destacada intelectual. Ambas compartieron la preocupación por la educación y la salud de los niños y las mujeres, asimismo, destacaron en su vida profesional como promotoras y gestoras de iniciativas para dignificar y elevar el papel de la mujer en la sociedad chilena.

Nuestra Confederación renueva el compromiso de seguir trabajando por la igualdad plena de las mujeres en nuestro país y de luchar por la erradicación de cualquier forma de discriminación y de violencia.

Comisión de Difusión y Comunicaciones

Descargar comunicado: https://asemuch.cl/wp-content/uploads/2019/03/COMUNICADO-Nº-08-de-07-de-Marzo-de-2019.pdf