Breve Historia

No conocer los orígenes es como darle una bofetada al presente y futuro… Las historias las escriben los hombres y mujeres, y nuestra Confederación cumple este 2005, cincuenta y ocho años cargados de hitos y relatos escritos con esfuerzos, sacrificios, lucha, pasión y amor sindical.

La Confederación Nacional de Funcionarios Municipales (ASEMUCH) se constituyó en la ciudad de Viña del Mar, el 15 de diciembre de 1946, -época en que estaba en el Gobierno Gabriel González Videla)- bajo el nombre de Asociación Nacional de Empleados Municipales de Chile, y obtiene su existencia legal con personalidad jurídica del Ministerio de Justicia el 28 de octubre de 1947.

Según el acta de la fundación, fue la primera asamblea oficial celebrada por los empleados municipales la que tuvo como objetivo comenzar un camino gremial.

“En Viña del Mar, a 15 de diciembre de 1946, citados especialmente al efecto, se constituyeron la Asamblea de los Empelados Municipales de la República, que más adelante se indican con el fin de fundar la Asociación Nacional de Empleados Municipales acordándose proceder a la fundación en forma solemne”, cita el acta.

Después del debate de rigor en aquella histórica asamblea, quedó aprobado el

proyecto y Estatutos de la entidad que presentó la comisión designada con este objeto a la consideración de la Asamblea.

El directorio provisorio, indicado en el artículo pertinente de los estatutos, quedó constituido de la siguiente manera:

Presidente: Armando Verdugo

Vicepresidente: Vicente Adrián

Secretario General: Moisés Guzmán

Secretario de Organización: José Araya Rozas

Tesorero: Eduardo Bezanilla

Vocales: Juan de Dios Vergara, Héctor Soriano, Jorge Arratia, Efrén Araya, Manuel Macaya y Armando Muñoz.

En el libro de actas correspondiente, aparecen 162 firmas de las personas que asistieron a esta reunión, a quienes deben considerarse fundadores de la Asociación Nacional de Empleados Municipales de Chile. Del grupo, destacan sólo tres mujeres, lo que significa una participación, en entonces, de 1,8%.

Los primeros años fueron difíciles para nuestra Confederación, novata en las sendas del gremialismo.

El inicio del camino lo asumieron estos seis primeros presidentes nacionales: Armando Verdugo (el primero); Héctor Soriano (según los datos de la época tuvo un difícil período); Vicente Adrián

(luchó por la Ley Previsional); y Roberto Gundelach (según informaciones de ese período, presidió con mesura en una época dura para los gremios durante el Gobierno de Carlos Ibáñez del Campo).

En 1959, asumió la presidencia de la ASEMUCH, Hernán Morales Garfias. Durante este período se publicó el primer número de la revista oficial de esta gremial.

Morales inició sus funciones laborales en la Municipalidad de Santiago (como secretario privado del alcalde José Santos Salas) y desde 1944 que se involucró en el tema gremial. Cuando era presidente de ASEMUCH se desempeñaba en el cargo de Martillero en la Feria Municipal.

A fines de la década del ‘50 la principal preocupación de los funcionarios municipales era el tema del porcentajes y remuneraciones, sin duda un asunto que ha sido una constante en el tiempo.

En ese período, la Cámara de Diputados estudiaba el proyecto correspondiente que suspendía hasta 1961 las limitaciones de los artículos 32 y 35 de la Ley Nº 11.469 y artículo Nº 109 de la Ley 11.860, reguladores de los porcentajes de los presupuestos y que las municipalidades destinan anualmente a sueldos y jornales.

Los funcionarios solicitaban terminar con el sistema, ya que generaba incertidumbre y angustia para el personal. “Es necesario que las medidas que se proyecten sean de carácter definitivo para la tranquilidad de este importante sector del servicio público”, se manifiesta en la editorial de la revista oficial de la entidad publicada en la edición de mayo-junio de 1959.

Los primeros pasos en el extranjero

En la década del cincuenta, la Asociación de Funcionarios ya tenía vínculos y presencia internacional.

En 1959, la Central Única de Trabajadores de Chile, a la que pertenecía la entidad gremial, designó al presidente nacional Hernán Morales para que concurriera en su representación al XI Congreso del Consejo Central de los Sindicatos Soviéticos, celebrados en Moscú.

En el evento participaron 1.322 delegados en representación de 52 millones de trabajadores de ese país. Del grupo de delegados, más de 500 eran mujeres, constituyendo un porcentaje del 38, 5%.

La gira del entonces presidente de la Asociación de Funcionarios Municipales comprendió visitas a las ciudades de Leningrado y Tbilisi, en la República de Georgia.

La solidaridad del funcionario municipal

Los empleados municipales no estuvieron ajenos a la tragedia del terremoto de Valdivia en 1960.

El sismo afectó la vida de los municipios, el desarrollo normal de sus actividades y, obviamente, a los propios funcionarios.

Fueron más de 120 las municipalidades que tuvieron que enfrentar dicha situación, fueron más de 700 los empleados y más de 2 mil obreros los que sufrieron algún tipo de consecuencia.

En ese período, la ASEMUCH criticó el accionar de la Confederación Nacional de Municipalidades: “Nada serio ha hecho hasta el momento, según las noticias que tenemos, y que ya tiene analizado la Asociación de Empleados y la Unión de Obreros, quienes están dispuestos a enfrentarse con las autoridades superiores del Gobierno en busca de una solución urgente”, se expresaba por aquella época en la revista oficial de ASEMUCH.

Apenas conocidas las proporciones del cataclismo, ASEMUCH se abocó de lleno a esta situación para encontrar los medios para ir en ayuda inmediata del personal de la zona afectada (principalmente Valdivia, Castro, Ancud, Puerto Saavedra, Corral, entre otras ciudades).

La primera medida que adoptó el Directorio Nacional fue dirigir una carta al Presidente de la República, Jorge Alessandri, expresándole su adhesión a las resoluciones que pudiera adoptar para ayudar a la gente damnificada. Además, ASEMUCH le manifiesta su propia iniciativa: Suspender por el momento la acción de recuperación económica del sector de los trabajadores y ordenar a sus asociados su concurrencia de auxilio equivalente a un día de sueldo que se ingresó al fondo común organizado por el Gobierno.

Recordada Convención Nacional de Osorno

El 24 de marzo de 1961 se efectuó la XI Convención Nacional de los Empleados Municipales de Chile en Osorno.

En la magna asamblea estuvieron presente el presidente de la Confederación, Hernán Morales; el alcalde de Osorno, René Soriano; el presidente de la Conferencia Nacional de Municipalidades, Sergio Ceppi Mayor de Lupe; y el presidente de la CUT , Clotario Blest, quien en dicho evento expuso el sentimiento de adhesión la entidad sindical.

En la Convención se hizo referencia  al clima en que correspondió iniciar sus actividades la directiva elegida en la Décima Convención, celebrada en Valparaíso en 1958 frente a un ambiente incierto con motivo del advenimiento del nuevo régimen de Gobierno que encabezó Jorge Alessandri.

Además se destacó el vinculo cordial que se mantenía con la Conferencia Nacional de Municipalidades, incluso se señaló que junto a Sergio Ceppi, presidente de este organismo, se dio con éxito la batalla por impedir la reestructuración del Consejo de Caja. Se expuso frente a la asamblea los estrechos lazos con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT): “Nunca, como ahora, nuestras relaciones con la CUT han sido más estrechas y fraternales y dos abnegados dirigentes nuestros participan en su Consejo Directivo: Hernán Morales y Santiago Alegría”.

En dicha Convención, donde fue electo Ernesto Flores Castro, se abordó el siguiente punto: “Reiterar una vez más y en definitiva, los acuerdos adoptados en sucesivos congresos, tanto de la Asociación Nacional de Empleados Municipales como de la Conferencia Nacional de Municipalidades, en el sentido de ir a la brevedad a la creación del Banco Municipal de Chile, sentida aspiración de los empleados y de los propios municipios del país (…) Esta aspiración se justifica ampliamente si se considera el enormes volúmenes de capitales que circulan a través de los distintos canales de la actividad”.

Las preocupaciones

Ya en 1962 la directiva nacional de los empleados municipales manifiesta su preocupación respecto al proyecto de ley sobre la creación del Servicio Nacional de Pensiones y realizó una serie de consultas a las base sobre este tema.

En este período también los empleados municipales se pronuncian respecto a la necesidad de actualizar el ante proyecto de modificación de las escalas de sueldos y jornales del Estatuto de los empleados municipales.

En la sesión que se celebró el 5 de julio de 1962, la directiva nacional del gremio de los empleados municipales dio término a las observaciones que le mereció el proyecto del Ejecutivo sobre Revalorización de Pensiones. “Creemos que debe despojarse al proyecto de toda disposición ajena a su verdadera finalidad que no es otra que la revalorización de las pensiones, principalmente de aquellas de bajo nivel que no permiten a sus beneficiarios cubrir las necesidades más elementales de una subsistencia modesta”, según se señala en la revista de la Asociación de Empleados Municipales ASEMUCH  en 1962.

La Directiva Nacional tuvo que intervenir en el conflicto que sostenían los empleados municipales con el municipio de Coquimbo. Los socios de la Cuarta Región se tuvieron que ir a huelga para obtener lo que se les adeudaba por concepto de bonificación extraordinaria, suma cercana a los Eº 60.000.

Nueva época

Instalados en los comienzos de los ’70, la Asociación Nacional de Empleado Municipales intensifica su trabajo para aportar a los históricos cambios que vive el país en esa época. “Por primera vez, en las nuevas condiciones  de un régimen de transición al socialismo, el gremio levanta no como una simple bandera de lucha, sino que como una condición irreversible de su acción, el principio de participación de los trabajadores desde la Dirección del Municipio, a través de su participación en la Corporación y en el Consejo de Administración, que se propone crear”, se comenta en la editorial de la revista ASEMUCH de su edición de mayo-agosto de 1971.

Lincoyán Berríos, la fuerza de un luchador

En 1970, en la Convención efectuada en San Felipe es electo por primera vez como Presidente Nacional de la Asociación de Empleados Municipales de Chile, Lincoyán Berríos Cataldo, uno de los hombres que concentra la atención dentro de la historia de la Asociación de Funcionarios Municipales de Chile.

Lincoyán ingresó a la Municipalidad de Santiago en 1961, luego de haber sido exonerado por el Gobierno de Jorge Alessandri en donde desarrolló una intensa actividad sindical, llegando a ser Secretario General de los Empleados Semifiscales de la época.

Luego de su incorporación a la Municipalidad, en la sección Rentas, y por su espíritu de defensa de los derechos de los trabajadores comenzó a destacarse entre sus compañeros, los que en la primera elección de representantes por sección, fue designado.

Ahí comenzó su carrera como dirigente sindical, destacándose en la lucha por la defensa en las reivindicaciones sociales, poniendo en primer lugar la dignificación en las rentas de los trabajadores, el respeto a la carrera funcionaria, el reconocimiento a la asignación de títulos profesionales, las horas extraordinarias.

En 1962 y hasta 1964 es elegido Presidente de la Asociación Santiago, y en 1964  es electo como Presidente Provincial, hasta 1968. Ese mismo año es elegido Director de la Asociación Nacional de Empleados Municipales, ocupando el cargo de Secretario General, hasta 1970.

Ya como Presidente Nacional de la Asociación de Empleados Municipales de Chile, asumió su gestión con un programa de modernización en lo que respecta a la participación activa de todas las asociaciones municipales del país para la reivindicación social de los trabajadores, desde la mejora en las rentas municipales hasta el reconocimiento del rol que como trabajadores municipales cumplían.

En el plano internacional, Berríos asistió a diversos Congresos en representación del gremio, destacándose por su participación en los debates gremiales, lo que le valió ser nominado miembro activo de la CLATE (Confederación Latinoamericana de Trabajadores del Estado).

Este dirigente se caracterizó por se defensor de la democracia, así no dudó en sacar los camiones municipales cuando ésta se vio amenazada con el denominado Tacnazo, en las postrimerías del Gobierno de Eduardo Frei Montalva.  Representando a su gremio fue miembro activo de la Central Única de Trabajadores y en 1971, participó  como Presidente de la Comisión Electoral de la CUT.

En el año 1972, en la Convención de Concepción fue reelecto como Presidente Nacional de los EE.MM.

El golpe de 1973 lo encontró cumpliendo su período de Presidente Nacional de los Trabajadores Municipales, y desde el comienzo de la dictadura fue perseguido, siendo exonerado de inmediato luego del 11 de septiembre.

Su hogar fue allanado en diversas oportunidades, y finalmente el 15 de diciembre de 1976 fue detenido por los organismos de seguridad de la época.

En 1991 se le hizo un homenaje en el Teatro Municipal, donde asistió el entonces alcalde Jaime Ravinet, y en 1994, se inauguró una sala que lleva su nombre en la Asociación de Empleados Municipales de Santiago, en Phillips.

Además de una calle que lleva su nombre, existe un monolito que está frente a la Iglesia Santo Domingo, que también fue un homenaje de los trabajadores de la Municipalidad de Santiago.

Tras el Golpe Militar

Luego del 11 de Septiembre de 1973, la Asociación de Funcionarios Municipales quedó sin mando. En 1974, asumió la presidencia René Sottolichio.

En la editorial que escribió para la revista ASEMUCH en abril del año que asumió, el máximo dirigente de la entidad expresa que “es verdad que no fuimos elegidos en un congreso para integrar la Directiva Nacional, salvo algunos. En mi caso particular, soy presidente Provincial de los Empleados Municipales de Santiago en ejercicio (…) se determinó que yo asumiera la presidencia, por cuando la Asociación Provincial de Santiago estaba más próxima a los máximos organismos gubernamentales, de donde nacen las grandes soluciones”.

La directiva permaneció en su cargo hasta fines de los noventas cuando llegó la democracia al país.

Con la democracia

Mario Araya asumió la presidencia de la ASEMUCH con la llegada de la democracia a nuestro país.

En las elecciones de 1994 pierde la lista de Araya frente a la de Eduardo Pastene, quien asume el sillón de la Asociación de Funcionarios Municipales. Sin embargo, el presidente anterior objetó la elección de Pastene.

Se determinó repetir la votación en la Convención de Curacautín en 1995. Pastene arrasó.

Por entonces, las bases solicitaron no politizar más el gremio y una mayor participación de las regiones.

En marzo de 1996, se reforman y adecuan sus estatutos a la Ley N° 19.296, pasando la Asociación de Funcionarios Municipales a denominarse en lo sucesivo “Confederación Nacional de Funcionarios Municipales de Chile” (ASEMUCH) R.A.F 93.01.92.

En octubre de 1996, el gremio decidió paralizar con el objetivo de abrir un espacio de participación en los dos proyectos de ley que el Ejecutivo había mandado al Congreso. Esta paralización fue la iniciativa más importante realizada por la ASEMUCH, ya que permitió cambiar el sentido legislativo de la reforma a la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades y también de la redacción original del artículo 110º.

El gremio apoyó las iniciativas destinadas a modernizar los entes públicos, para mejorar la gestión municipal, sin embargo considera que esta modernización debe llevarse a cabo con los funcionarios municipales.

En la Convención Nacional que se desarrolló en 1998 en Villarrica, asume la presidencia Óscar Yánez. En agosto de ese mismo año, una comitiva de ASEMUCH realiza una provechosa gira por ciudades de Suecia y Francia. Este hecho permitió establecer atractivos convenios que tienden a potenciar la organización gremial.

En el 2000, Yánez fue reelecto en Tomé. ASEMUCH comienza a incrementar lazos de amistad con organizaciones sindicales de distintos países y adquiriendo un mayor protagonismo en la defensa de los derechos de los trabajadores municipales de Chile y Latinoamérica ante los organismos internacionales.

Yánez, nuevamente resulta electo en el 2002, en Linares. Este año se aprueba la Ley de Bienestar para los funcionarios municipales, lo que marca un hito histórico en la legislación social municipal.

El actual directorio nacional, encabezado por Óscar Yánez, fue electo el 2004 en Chillán y continúa en la lucha por la regulación del Artículo 110º, específicamente de la Negociación Colectiva, un instrumento necesario para los funcionarios municipales… Así han pasado 58 años de nuestra Confederación… Así se ha escrito la historia de ASEMUCH, marcando las pautas y poniendo el cimiento para las historias que se escribirán en el futuro…